Sal de Epsom 500g

Los componentes principales de la sal de Epsom son el magnesio y los sulfatos. El magnesio puede aportar diversos beneficios a nuestro organismo, entre ellos: una mejora en la función cardíaca y la circulación sanguínea, ayuda a eliminar toxinas y metales pesados, mejora las funciones del sistema nervioso, mejora la capacidad del cuerpo para utilizar la insulina, aumenta los niveles de serotonina en el cuerpo, reduce el estrés y ayuda a mejorar el estado de ánimo, puede ser útil para mejorar el sueño y la concentración, reduce la presión arterial y la inflamación arterial.

La sal de Epsom también tiene propiedades cosméticas: suaviza la piel, alivia el dolor, reduce la hinchazón y la inflamación, exfolia la piel y es un emoliente natural. Tomar un baño de pies con sal de Epsom es muy saludable, así es como se hace: basta con agregar dos tazas de sal de Epsom al agua del recipiente para relajar los músculos, reducir la inflamación y eliminar toxinas del cuerpo. También puedes untar la sal directamente sobre la piel para obtener una textura suave y sedosa y enjuagar bien, pero lo mejor es remojar los pies en agua con esta sal que entre otras cosas también ayuda a eliminar el pie de atleta.

La sal de Epsom también es un laxante : consiste en beber una cucharadita de sulfato de magnesio diariamente durante tres semanas en ayunas, diluida en un vaso de agua tibia. Algunas personas utilizan para este fin otras sales de magnesio como el citrato de magnesio, que tiene un sabor menos amargo. Esta técnica se utiliza para limpiar restos y parásitos alojados en las paredes de ambos intestinos (delgado y grueso). Muchas personas encuentran que también tiene otras ventajas, ya que además de tratar trastornos digestivos e intestinales, reduce el cansancio mental, elastifica las arterias, puede curar la artrosis, elimina la atrofia muscular y previene problemas de próstata.

Contraindicaciones de la sal de Epsom

Sin embargo, como ocurre con cualquier producto, hay que prestar mucha atención y no tomarlo sin saber cuáles pueden ser las contraindicaciones. Los efectos pueden deberse a una sobredosis o interacción con otras drogas. Entre los problemas más comunes que han reportado quienes han usado sal de Epsom se encuentran los calambres abdominales y los problemas con la mucosa intestinal. También puede provocar aumento de la sudoración y sed constante, síntomas vasomotores como sofocos e hipotensión, sedación y mal humor, náuseas y vómitos, debilidad muscular por relajación excesiva de los músculos. El uso de sal de Epsom no está recomendado para mujeres en período de lactancia ni para niños menores de seis años, además, puede resultar perjudicial para pacientes que padecen insuficiencia renal o que padecen (o han padecido) enfermedades cardíacas.